viernes, 3 de diciembre de 2010

-Un puto abrazo. Tanto te cuesta?
-Sí
-Que te den.
Me coges y me abrazas.
-Ya no.
-Siempre tarde.
-Pues sí. Que te follen.
Y me voy corriendo, mientras las lágrimas resbalan por mi cara. Me voy lejos de ti.

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