lunes, 6 de diciembre de 2010

Cuando se cierra una puerta se abre una ventana!

Sonrío, salto, bailo y me divierto. Ahora soy feliz. Tú me ayudas a conseguirlo porque sabes cómo y por qué hacerlo. Desconozco ésas razones pero me basta con no saberlas para que estés a mi lado. Para que pueda sentirte detrás, con la cabeza pegada a mi espalda, apartándome el pelo de la nuca y rozándola con tus dedos.
Los domingos por la tarde son sagrados. Por qué? Nuestro atardecer, aunque llueva,o ni ve, siempre podremos ver al Sol despedirse de nosotros hasta el día siguiente.
Y te abrazo porque ya nada me importa, me importas tú. Yo te tengo a ti y tú me tienes a mi. Sabes que te quiero, para qué negarlo.
Lo que hace falta es que todo sea verdad, que no haya vuelto a soñar con lo que de verdad deseo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario