jueves, 20 de mayo de 2010


Las cosas se torcieron. Se alejó de mi vida.
Tomó un taxi en dirección a ninguna parte o eso le dijo el conductor. Me temblaron las rodillas y caí.
Me levanté y me acerqué a la primera parada de bus que vi. Subí con pereza, pagué el viaje y me bajé en la séptima parada. Entré en el parque que había cerca de allí. Dejé resbalar la vista por los contornos de los árboles.Vagué sin rumbo fijo por allí y sin querer me choqué contra alguien.
Era él. ¿Por qué?
-¿Qué haces aquí? -pregunté.
-Descansar.
-Te lo mereces. Lo siento. Soy una anormal, una imbécil, pero te echo de menos.
-Y yo también. Pero estoy convencido de que no podemos seguir viéndonos. Ni como amigos ni como nada.
-¿Por qué?
-Porque la vida no es fácil.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Una sóla vez.



Me gustaría parar el tiempo, olvidar que he cometido los errores e intentar cambiarlos, con la misma naturalidad con la que han sucedido, borrarlos del mapa. Pero todavía, por desgracia, no han inventado una goma de borrar para los grandes errores.
Supongo que por eso inventan los lápices con goma, para borrarlos pequeños errores. Hay algunos que ni con Tippex. Pero recuerda, el Tippex tapa, no borra.
Y aunque los del Vips inventen una gran goma que ponga: "Goma para los grandes errores" no podré borrar el gran error que cometí.
Me precipité como un salto al vacío sin paracaídas. Y no sabes lo que me arrepiento. Porque en aquel momento te marchaste y me dejaste sola, sin ver la luz.
A veces, me asombro de las cosas que se pueden hacer por amor. Como decían en aquella película: Hay un momento para el valor, y otro para la prudencia. El que es inteligente sabe distinguirlos.