domingo, 19 de junio de 2011

Catorce.

No crees que es lógico que me obsesione? pintar sonrisas en tu cara, la mayor de mis pasiones.
Ya no sueño contigo. Te veo real, nítido, a mi lado, intentando distraerme mientras escribo estas palabras. Pero mi madre abre la puerta de mi cuarto y te esfumas, revolviéndome el pelo. Suspiro y desecho la idea de que quieras volver, intento prestarla atención, sin conseguirlo. De una vez por todas, se marcha y vuelves. Me abrazas y siento tu calor, te siento aquí.
-Soy real, aunque no lo parezca.
-Si fueras real, estarías conmigo de verdad, no escondiéndote de mi madre y de ella.
Suspiras y recargas tu sonrisa.
-Estoy contigo de verdad, ahora soy parte de tu recuerdo, necesito verte un día.
-Me estás viendo ahora mismo.
-Sí, pero no puedo besarte y me estoy muriendo de la rabia.
-Ven cuando quieras, estaré esperándote.
Me abrazas más fuerte y te vuelves a esfumar. Me tumbo en la cama, intentando ordenar mis pensamientos. Pero me desbordan, y salen por mis ojos, mojados y húmedos. No sé cuanto tiempo permanezco así, tumbada, dejando salir todo. Entonces suena mi móvil.
-Sí.
-Estoy saliendo del metro.
-¿Qué?
-He venido a verte.
-Ahora voy para allá.
Cojo corriendo todo, y salgo a la calle. Menos mal que mis padres se han ido a Madrid. No tardo ni cinco minutos y me planto allí, en la boca de metro, esperándote. Y sales, cojeando un poco, ya sin muletas. Me levanto y sonrío. Llegas y me abrazas, sin apretar demasiado.
-Te he echado de menos -confieso.
-Y yo. Hasta hace cinco segundos.
Sonrío y me besas, por primera vez. Me quedo sin aliento, y me gusta ésta sensación. Me dejo llevar, maravillada. Me separo un poco y sonrío. No sé si es por el alcohol, o es que he oído ésa canción, que me obliga cada vez que suena a recordarte.

1 comentario: