
Los besos robados saben mejor que los intencionados. Por qué? Nadie lo sabe, y si alguien lo supiera no podía explicarlo con palabras, ni con imágenes. Porque las emociones que se sienten en ese momento son inexplicables e prescriptibles, como hacer puenting o tirarte desde un avión para hacer paracaidismo. El nivel de adrenalina es tal, que no nos cuesta nada creer que los sueños se hacen realidad.
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