
Por fin todo iba sobre ruedas, todo era como yo siempre lo había deseado. Independientemente de lo que dijeran los demás, yo le quería, muchísimo más de lo que él a mí, o eso creo. Entonces supuse que no era cuestión de querer o no querer, sino de demostrarlo día a día.
No es quién seas lo que te define, sino lo que hagas y cómo lo hagas. Si quieres a alguien hay que decírselo, aunque te hartes. Aunque tenga que ser en secreto, como Lucas y Sara. Aún diciendo que parece que va a llover.
Me encanta tu blog :) P R E C I O S O!
ResponderEliminarpásate por el mío y si te gusta sígueme ;)
un besito guapa ^^