
Cuando estoy tranquila, te recuerdo. Tus besos, caricias y abrazos. No salen de mi cabeza, lo intento pero nada. Me harta el pensar que antes éramos un nosotros y ahora somos un tú y un yo. No me hago a la idea de que haya acabado. Era perfecto.
Y una vez más me regaño, culpándome de tu marcha y echándome en cara que no debería recordarte una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario